La salud de la mujer desde la farmacia
Entre los pacientes de la oficina de farmacia, las mujeres cuentan con una posición relevante, puesto que pueden llegar a representar hasta un 75,6%. La proximidad de la oficina de farmacia permite que las pacientes acudan a ella para solucionar sus dudas, sus inquietudes sobre tratamientos, sus pormenores de salud, etc.
Para poder ofrecer un mejor servicio, es importante ser consciente de los problemas de salud específicos que afectan a este colectivo.
Enfermedades más comunes
Es el caso, por ejemplo, de las alteraciones endocrinas y trastornos metabólicos, que pueden suponer un importante problema de salud. También la osteoartritis afecta más a las mujeres que a los hombres, y las mujeres tienen más probabilidades de tener infecciones del tracto urinario.
La presencia de la depresión
Dentro de las alteraciones hormonales, una de las que presenta mayor diferencia de género es la depresión. Las mujeres tienen tres veces más probabilidad de padecer este trastorno que los hombres. Son especialmente sensibles las etapas de fluctuación hormonal, como pueden ser la etapa perimenstrual, el postparto o la menopausia. Hay que concederle especial atención a esta última, ya que puede dar lugar a un prevalente trastorno psiquiátrico.
El valor de la nutrición
La nutrición es un servicio que en los últimos años se ofrece dentro de la oficina de farmacia, y es una opción por la que optan más mujeres que hombres. Este servicio puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las pacientes, además de colaborar en la prevención de enfermedades o mejora de su rendimiento deportivo. Los pacientes agradecen y responden positivamente ante la implantación de servicios de educación nutricional.
Anticonceptivos
Los métodos anticonceptivos empleados con mayor frecuencia son de dispensación o venta en la farmacia comunitaria. La oficina de farmacia, como último profesional sanitario al que acudirán las pacientes, tiene una posición clave desde la cual ofrecer educación sanitaria e información sobre el correcto uso de cada uno de los métodos, buscando garantizar la eficacia y la seguridad del tratamiento.
La mujer adulta es un colectivo considerado una prioridad sanitaria por los profesionales de la salud, las autoridades sanitarias y la sociedad en general. Por parte de las farmacias, el reto consistirá en dar una atención cercana y de calidad a este volumen de población, que demanda cada vez más un servicio personalizado.
Fuente: Rathiofarm/OMS/Gimenez Zuriaga M/Giménez Muñoz MP