Comienza la campaña contra la gripe ¿Te vacunas?

La gripe es una enfermedad infecciosa aguda de las vías respiratorias causada por un virus. Entre sus características más importantes está su elevada capacidad contagio de una persona a otra. Se presenta generalmente en invierno y de una forma epidémica, es decir, que cada año nos enfrentamos a una temporada en la que puede producirse una gran actividad y circulación del virus de la gripe (predominantemente en los meses de noviembre a marzo).

La gripe es un importante problema de salud, tanto por la mortalidad que puede provocar directa o indirectamente, como por las complicaciones que puede ocasionar y los costes económicos y sociales que origina. La proporción de población afectada durante las epidemias anuales oscila entre el 5 y 15% en poblaciones grandes, y es superior al 50% en grupos de población cerrados como internados escolares o asilos.

BALANCE DE LA CAMPAÑA 2016-2017

En la temporada pasada se vacunó el 55,5 por ciento de la población española de 65 y más años de edad, lo que supuso un total de 4.743.336 vacunados en este grupo de edad.

¿Cuándo se debe vacunar de la gripe?

La fecha de comienzo de la campaña vacunal viene determinada por la época en que habitualmente comienza a circular el virus, es decir en los meses de octubre-noviembre en el hemisferio norte y en el hemisferio sur en marzo-abril.

Por ello, en España, en todas las Comunidades Autónomas las campañas de vacunación se inician a mediados de septiembre y mediados de octubre. La vacuna comienza a hacer efecto aproximadamente a las dos semanas de su aplicación, por lo que conviene no demorarse en la vacunación, si bien la vacunación puede seguir siendo de alguna utilidad administrada más tardíamente

GRUPOS DE RIESGO

El Sistema Nacional de Salud proporcionará las vacunas de manera gratuita a las personas incluidas en los grupos de población recomendados. Los grupos técnicos del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud recomiendan vacunar a los siguientes grupos:

  1. Personas mayores, preferentemente a partir de los 65 años de edad. Se hará especial énfasis en aquellas personas que conviven en instituciones cerradas.
  2. Personas menores de 65 años que presentan un alto riesgo de complicaciones derivadas de la gripe:
  3. Niños (mayores de 6 meses) y adultos con enfermedades crónicas cardiovasculares (excluyendo hipertensión arterial aislada) neurológicas o pulmonares, incluyendo displasia bronco-pulmonar, fibrosis quística y asma.
  4. Niños (mayores de 6 meses) y adultos con:
  • Enfermedades metabólicas, incluida diabetes mellitus.
  • Obesidad mórbida (índice de masa corporal ≥40 en adultos, ≥35 en adolescentes ó ≥3 DS en la infancia).
  • Insuficiencia renal.
  • Hemoglobinopatías y anemias.
  • Enfermedad hepática crónica.
  • Enfermedades neuromusculares graves.
  • Inmunosupresión (incluida la originada por la infección de VIH, por fármacos o en los receptores de trasplantes).
  • Cáncer.
  • Implante coclear o en espera del mismo.
  • Trastornos y enfermedades que conllevan disfunción cognitiva: síndrome de Down, demencias y otras.

En este grupo se hará un especial énfasis en aquellas personas que precisen seguimiento médico periódico o que hayan sido hospitalizadas en el año precedente.

  1. Niños y adolescentes de 6 meses a 18 años, que reciben tratamiento prolongado con ácido acetilsalicílico, por la posibilidad de desarrollar un síndrome de Reye tras la gripe.
  2. Mujeres embarazadas en cualquier trimestre de gestación.
  3. Personas que pueden transmitir la gripe a aquellas que tienen un alto riesgo de presentar complicaciones:
  • Trabajadores de los centros, servicios y establecimientos sanitarios, tanto de atención primaria como especializada y hospitalaria, pública y privada. Se hará especial énfasis en aquellos profesionales que atienden a pacientes de algunos de los grupos de alto riesgo anteriormente descritos.
  • Trabajadores de instituciones geriátricas o en centros de atención a enfermos crónicos, especialmente los que tengan contacto continuo con personas vulnerables.
  • Estudiantes en prácticas en centros sanitarios.
  • Personas que proporcionen cuidados domiciliarios a pacientes de alto riesgo o mayores.
  • Personas que conviven en el hogar, incluidos niños mayores de 6 meses de edad, con otras que pertenecen a algunos de los grupos de alto riesgo por su condición clínica especial.
  1. Otros grupos en los que se recomienda la vacunación:
    • Personas que trabajan en servicios públicos esenciales, con especial énfasis en los siguientes subgrupos:
      • Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con dependencia nacional, autonómica o local.
      • Servicios de Protección Civil.
      • Personas que trabajan en los servicios de emergencias sanitarias.
      • Trabajadores de Instituciones Penitenciarias y de otros centros de internamiento por resolución judicial.
    • Trabajadores expuestos directamente a aves o a cerdos en granjas o explotaciones avícolas o porcinas y también a aves silvestres. La finalidad es reducir la oportunidad de una infección concomitante de virus humano y aviar o porcino, disminuyendo la posibilidad de recombinación o intercambio genético entre ambos virus.

Síntomas de la gripe 

Los principales síntomas son: fiebre de hasta 39ºC, escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares, estornudos, tos intensa y persistente, congestión, lagrimeo y faringitis leve. Los síntomas de la gripe pueden confundirse con los de otras patologías respiratorias, como el catarro común, por lo que se recomienda consultar al médico de Atención Primaria o al pediatra. Es una enfermedad autolimitada con una evolución de cinco a siete días, aunque algunos de los síntomas suelen durar entre dos y tres semanas.

La vacunación es la medida más eficaz para prevenir la gripe y sus complicaciones. Las medidas higiénicas fundamentales que hay que tener en cuenta para evitar la transmisión del virus son:

-Taparse la boca al toser o al estornudar, preferiblemente con pañuelos desechables.

-Lavarse con frecuencia las manos, sobre todo después de haber tosido o estornudado.

-Procurar no reutilizar los pañuelos empleados al estornudar o limpiar las secreciones nasales.

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